Levantaos, Sancho amigo; que yo satisfaré vuestras cortesías con hacer que el Duque mi señor, lo más presto que pudiere, os cumpla la merced prometida del gobierno.
Pero, sobre todo, quieren hacerte sentir que debes recompensar su pretendido acto de bondad al no hablar nunca en contra de ellos y agradecérselo con más lealtad, alabanza y obediencia.
Éstas eran las plantas con flores, y su apuesta resultó: su crecimiento acelerado les permitió vencer a las coníferas ancestrales y adueñarse de las regiones tropicales del globo.
Al llegar a la mayoría de edad entró en la universidad y llegó a convertirse en un hombre sabio y adinerado que logró sacar a su familia de la pobreza. La vida le recompensó.
¡Oh hideputa bellaco, y cómo sois desagradecido: que os veis levantado del polvo de la tierra a ser señor de titulo, y correspondéis a tan buena obra con decir mal de quien os la hizo!