En este caso, los tres viajeros la encontraron deslumbrándose con el santuario de Aránzazu y su impresionante ubicación, colgado sobre barrancos y rodeado de naturaleza.
Hacia el templo fue creciendo lentamente y Gaudí fue modificando el proyecto mientras reperfilaba sus ideas, pero un accidente se interpuso en el camino de la construcción.
Entonces, para mantener aquello, como no había voluntarios suficientes en Europa, se inventaron las órdenes militares, que fueron principalmente los templarios y los hospitalarios.
Y lo enigmático de todo esto, es que, al parecer, se produjo un incendio del santuario tartésico, que fue enterrado y abandonado, muy posiblemente de manera deliberada.