Ante críticas sobre el número excepcionalmente grande de nombramientos, el Primer Ministro respondió que era necesario para garantizar el carácter inclusivo.
Felicitamos a la delegación de Filipinas, especialmente al Embajador Baja, por la manera en que ha dirigido la Presidencia durante este mes excepcional.
Ella no sólo se prestó al juego, sino que se compadeció íntimamente de él, pensando que debía estar muy asustado cuando concibió aquel extravagante recurso de reconciliación.
Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras.