En particular, la resolución del problema de quién podía ser candidato a la presidencia ha eliminado uno de los principales obstáculos para la celebración de elecciones abiertas y dignas de crédito.
El camino al alivio completo de la deuda se había despejado con la propuesta de los G8 de condonar el 100% de la deuda de algunos de los países más pobres del mundo.
Con la Estrategia contra la Pobreza se ha asumido el compromiso de mejorar los servicios educativos, de salud y de alojamiento prestados a esa comunidad, y de eliminar los obstáculos a su participación en la vida económica y social del país.