La designación de un nuevo Enviado Personal para el Sáhara Occidental es una alentadora medida a fin de superar el estancamiento del proceso de negociación.
Cuando llegué al barco, me encontré con la dificultad de no saber cómo subir, pues estaba encallado y casi totalmente fuera del agua, y no tenía nada de qué agarrarme.
Como no conocía la costa, uno de los extremos de mi balsa se encalló en un banco y, poco faltó, para que la carga se deslizara hacia ese lado y cayera al agua.