Pero un día este celibato impuesto por la matriarca terminó a causa de las ofensas que Prudencio Aguilar le había hecho a José Arcadio en relación a su poca hombría.
Tom lleva a Agnes a su habitación y allí la obliga a estar diez minutos viendo la forma tan varonil con la que utiliza la fusta y las espuelas en un balancín.