Afortunadamente, desde los lamentables estallidos de violencia del año pasado, las instituciones provisionales han intensificado sus esfuerzos por cumplir las normas.
A principios de noviembre, decenas de civiles perecieron en encuentros entre miembros de Zande y de Bor Dinka ocurridos en Yambio, Ecuatoria Occidental.
La segunda etapa del programa, en que se retirarán 4.273 efectivos regulares reclutados antes de que comenzara el conflicto, se iniciará el 17 de octubre.
Con el inicio de la estación lluviosa, las condiciones de saneamiento podrían deteriorarse aún más, con graves riesgos para la salud de los habitantes del campamento.
Como consecuencia del rápido y generoso apoyo prestado por gobiernos y ciudadanos particulares de todo el mundo, la situación humanitaria en las zonas afectadas se estabilizó con rapidez.
Debido a su extrema importancia, la alimentación es uno de los elementos ambientales de alto riesgo que cada vez en mayor medida influyen en la aparición de enfermedades contagiosas.
A mediados de noviembre se produjeron nuevos enfrentamientos, esta vez entre las tribus Dinka y Moru, que costaron la vida a 18 civiles del condado de Mundri, en Ecuatoria Occidental.
Por un lado, millones de africanos viven en países en los que se libran conflictos armados o en los que existe el riesgo inminente de que estalle un conflicto armado.
Mientras tanto, la situación en materia de seguridad, en particular en el oeste, sigue siendo muy difícil, con la posibilidad de que se produzcan enfrentamientos cada vez más virulentos entre comunidades.
Muchos libaneses se congregaron el 13 de abril, en el decimotercer aniversario del inicio de la guerra civil, para celebrar un día de unidad nacional y rechazar la vuelta a la violencia del pasado.