La aceptación incondicional de mí mismo es aceptarme como un ser humano falible, como un ser humano vulnerable, como un ser humano que lucha por crecer.
Pero cuando haces teatro, lo que tienes que compartir es miedo, emoción, vas a trabajar con tus emociones, con tu sentido del ridículo, el derecho al error.
Esa competidora acaba de experimentar un fenómeno de bloqueo, por el cual una persona, aún después de meses o años de práctica, comete un error justo en el momento decisivo.
No hay que tener miedo a equivocarse pero para evitar que esto se repita hay que identificar el origen, ya que en muchos casos viene de una traducción directa de tu lengua materna.
Puedes tener todo a tu favor para mejorar: los mejores métodos, el mejor profesor, pero si no usas lo que sabes y no te arriesgas a cometer errores, te vas a quedar estancado.