15.Era un atardecer magnífico y las nevadas colinas y el agua azul oscuro del golfo St. Lawrence parecían recortarse contra el esplendor como un inmenso vaso perla y zafiro lleno de vino y fuego.
16.Que no hay golondrinas que se la beban, no hay escarcha de luz que la enfríe, no hay canto ni deluvio de atucenas, no hay cristal que la cubra de plata, no, yo no quiero verla.
17.El considerable cuerpo se desplomó como si los estampidos y el humo lo hubieran roto, el vaso de agua se rompió, la cara la miró con asombro y cólera, la boca de la cara la injurió en español y en ídisch.
18.Golondrina, Golondrina, Golondrinita -dijo el Príncipe-, allá abajo, al otro lado de la ciudad, veo a un joven en una buhardilla. Está inclinado sobre una mesa cubierta de papeles y en un vaso a su lado hay un ramo de violetas marchitas.