Si bien podemos celebrar legítimamente la solución de ciertos conflictos, cabe señalar que, lamentablemente, ciertas situaciones aún distan mucho de solucionarse.
El próximo paso lógico en el programa multilateral de no proliferación nuclear y desarme es un tratado de prohibición de la producción de materiales fisionables.
Los Estados no deben subestimar ni dar por sentada la labor silenciosa, pero útil, que organizaciones como la OSCE llevan a cabo para que el mundo sea un lugar más pacífico.
Se sabe que en Nigeria, en el resto de África y, de hecho, en todas las regiones del mundo y en todas las culturas, la primacía, la inviolabilidad y la dignidad de la vida humana no son algo que se dé por sentado.