Guiando la cooperación internacional en el afrontamiento del cambio climático, nuestro país ha devenido un importante participante, contribuyente y constrictor.
Es el potencial ilimitado de las personas creativas el que creará tecnologías inimaginables que detendrá el cambio climático para reequilibrar el ecosistema.
La belleza de estas vallas biológicamente inspiradas es que se dirigen hacia especies específicas sin evitar el paso de otras plantas y animales del ecosistema.
Los gobiernos han puesto de su parte para crear áreas protegidas y reconocer territorios indígenas pero nos siguen faltando algunas zonas entre esos parches que garanticen la conectividad.
Pero es innegable la cantidad de desechos plásticos que hemos introducido en los ecosistemas marinos, y la maravillosa durabilidad del plástico nos garantiza que seguirá siendo un problema durante años y años.