Allí, Pedro Sánchez ha advertido del avance de la ultraderecha y ha acusado a la derecha tradicional de " blanquear" los discursos de la derecha extrema.
Para ello había que maquillar el pasado, inventar a toda prisa un presente y proyectar un futuro tan falso como esplendoroso. Y había que actuar con apremio; tenía que empezar ya.