Desafortunadamente, en las circunstancias actuales, caracterizadas por rápidos cambios en el entorno económico, esa información se vuelve pronto obsoleta.
En este contexto, las entidades reglamentarias deberían apoyar la eliminación de las complejidades, los límites, las restricciones y los reglamentos anticuados.
Esta terminología es criticada porque se refiere a conceptos tales como “raza”, que en la actualidad se consideran universalmente obsoletos o incluso falaces.