La proximidad de su madre y de los parientes de Meryton no era deseable ni aun contando con el fácil carácter de Bingley y con el cariñoso corazón de Jane.
Aunque nunca se dejaba arrastrar al terreno de las confidencias, ni siquiera por sus amigos más próximos, el coronel Aureliano Buendía conservaba entonces el tono familiar que permitía identificarlo al otro extremo de la línea.