Fueron saliendo primero dos, luego otros dos, después otros dos y así hasta doscientos hombres a caballo que se desparramaron por los campos lluviosos.
Canciones de la iglesia con aplausos, no creo que esto sea lo que Martín Lutero tuviera en mente cuando fundó nuestra religión colocando sus tres sugerencias bajo el limpiaparabrisas del Papa.
Dentro de la tienda, coloqué todo lo que se podía estropear con la lluvia o el sol y apilé los arcones y barriles vacíos en círculo alrededor de la tienda para defenderla de cualquier ataque repentino de hombre o de animal.