Renovamos nuestro compromiso con estos principios, no podemos olvidar que la responsabilidad fundamental de proteger corresponde a los Estados individuales.
No se puede ignorar los procesos objetivos de desarrollo social de los Estados soberanos ni imponerles a la fuerza modelos sociales y políticos del exterior.
Según se ha observado además, bastantes de esos territorios mantienen una relación de libre asociación con un Estado soberano o son territorios no autónomos.
Sin embargo, desde un punto de vista técnico un agente no estatal puede ser cualquier agente en el plano internacional diferente de un Estado soberano.
A pesar del concepto de dos Estados independientes, soberanos y contiguos que vivan en paz, seguridad y dignidad, el ciclo de violencia parece agudizarse.