Somos, además, una nación respetada y apreciada en el mundo y con una profunda vocación universal, imprescindible para promover nuestra cultura y defender nuestros intereses en un mundo global.
Despidiéronse de todos, y de la buena de Maritornes, que prometió de rezar un rosario, aunque pecadora, porque Dios les diese buen suceso en tan arduo y tan cristiano negocio como era el que habían emprendido.
Señorías, creo que he cumplido con el mandato fundamental de la política que es mejorar la vida de las personas, si alguien se ha sentido en esta Cámara o fuera de ella ofendido o perjudicado le pido disculpas.