Las mujeres indígenas son discriminadas en el acceso a la vivienda pública y al alquiler de viviendas privadas porque los medios de comunicación las han estereotipado como personas violentas, agresivas o antisociales.
Muchos reconocen que las políticas y programas nacionales para jóvenes apoyan estos importantes aspectos del desarrollo de la juventud, en la medida en que contribuyen a desalentar la conducta antisocial en los jóvenes.