Esos procesos se han utilizado para descontaminar las superficies no porosas de equipo eléctrico como carcasas de transformadores que contenían líquidos dieléctricos con PCB.
El sector estaba cercado por una malta metálica, como un gigantesco gallinero electrificado que en los frescos meses del verano amanecía negro de golondrinas achicharradas.