Siempre tenía un cuento o un chiste que contar. Después de desayunar, él iba a la otra orilla del río donde tenía una parcela en la que cultivaba trigo.
Si hubiesen pensado en otro hombre, no tendría nada de particular; pero la absoluta indiferencia de Darcy y la profunda tirria que tú le tienes, es lo que hace el chiste.