La ley marcial continuaba, en previsión de que fuera necesario aplicar medidas de emergencia para la calamidad pública del aguacero interminable, pero la tropa estaba acuartelada.
Había pasado un mes y seis días desde que partieron de la Gomera la tripulación estaba muy desmoralizada y desprovista de toda esperanza, ya se habían agotado todos los cálculos y previsiones realizadas por Colón.
Los bancos de inversión internacionales, incluyendo UBS, J.P. Morgan y Nomura, también revisaron al alza sus previsiones en este ámbito hasta el 6,7 por ciento.