También es motivo de gran preocupación el que las fuerzas de seguridad israelíes hayan interceptado a varios posibles atacantes suicidas en la Ribera Occidental.
La propaganda, los ataques con cohetes, artefactos explosivos improvisados y, ocasionalmente, ataques suicidas seguirán siendo las principales armas utilizadas por las fuerzas militares opositoras.
Desde que el Gobierno de Transición asumió el poder se han intensificado mucho los ataques, incluso con bombas suicidas, contra civiles iraquíes y funcionarios públicos.
El 23 de octubre un atacante suicida hizo detonar tres granadas al paso de tres vehículos de la Fuerza procedentes del aeropuerto internacional de Kabul.
Apenas ayer, Israel fue víctima todavía de otro atentado suicida con bombas, que al igual que muchos de los anteriores, cobró la vida de civiles inocentes.
Además, las actividades subversivas se han recrudecido con el empleo de armamentos más sofisticados, tal como se ha comprobado en los recientes atentados suicidas con bombas.
El 5 de diciembre pasado, un ataque suicida con bomba en Netanya causó la muerte de cinco civiles israelíes y otras docenas de personas más resultaron heridas.
Sus nuevos miembros viajan a ese país procedentes de muchas partes del mundo para recibir formación en técnicas de guerrilla urbana, fabricación de explosivos, asesinato y atentados suicidas.
Cinco personas, entre ellas dos muchachas adolescentes, fallecieron en el atentado suicida: Julia Voloshin, Anya Lifshitz, Moshe Maor Jan, Rachel Ben Abu y Nofar Horowitz; padres, madres e hijos.
La situación tocó techo en el 2000, cuando sucede la segunda intifada, aún más sangrienta que la primera, y donde abundaron los atentados suicidas contra todo lo que oliese israelí.
Hoy lunes a primera hora de la mañana 15 personas murieron cuando un terrorista suicida detonó el artefacto explosivo que llevaba adherido a su cuerpo, en un trolebús.
Aun así, es curioso como la decisión de dejar de vivir es aceptada cuando se trata de mártires, ataques suicidas y otro tipo de sacrificios, como ayunar hasta fallecer.
Definimos tres perfiles a estudiar: perfiles con tendencias suicidas, perfiles de usuarios con depresión, porque detrás de un 90% de tendencias suicidas generalmente hay una enfermedad mental, y depresión es la más habitual.