Entre los ataques se incluyen múltiples intentos de secuestrar a soldados, bombardeos masivos, fuego de cohetes Katyusha y numerosos ataques con disparos.
Durante esta incursión, Ahmad resultó herido mortalmente por los disparos de las fuerzas ocupantes israelíes mientras jugaba con sus amigos fuera de su casa.
Los niños que se encontraban en una escuela fueron objeto de disparos y una niña fue brutalmente ejecutada cuando se dirigía inocentemente a la escuela.
Los agentes de la policía nacional fueron atacados en varias ocasiones y, según el Director General de la Policía, 45 agentes fueron asesinados el año pasado.
Los incidentes con bala ocurridos en la Ribera Occidental, en particular, se cobraron la vida de varios colonos israelíes, y la frecuencia de dichos incidentes aumentó significativamente.
En el sector de Zugdidi la situación en general ha estado en calma, si bien se informó de varios incidentes delictivos, incluidos un asesinato, dos tiroteos y siete robos.
En otro incidente más, el 27 de octubre un pistolero desconocido disparó contra una patrulla de la AMIS cerca de Tama (Darfur meridional); en el ataque no hubo muertos.
En lo concerniente al vecino país, Uzbekistán, debe realizarse una investigación internacional independiente de las denuncias de tiroteos en Andijan y los acusados han de ser juzgados pública e imparcialmente.
El 24 de junio se produjeron tiroteos cuando las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina buscaban a 10 hombres que presuntamente estaban implicados en los incidentes, a los que detuvieron.
Además, los días 25 de marzo y 8 de abril se disparó contra vehículos de la MINUSTAH que transportaban personal civil y contratistas; una persona resultó ligeramente herida en el segundo incidente.
El Alto Comisionado condenó en los términos más enérgicos el tiroteo de San Bernardino en diciembre del año pasado, en el que 14 personas murieron a manos de Syed Farook y Tashfeen Malik.