Y la imagen permanece sin volver la cara —porque yo no me acuerdo cómo era—, bajo el sol de la siesta de agosto o bajo las lluviosas tormentas de septiembre.
Ahora era de noche, pues en septiembre se hace de noche rápidamente después de la puesta del sol. Se echó contra la madera gastada de la proa y reposó todo lo posible.
Miró al cielo y vio la formación de los blancos cúmulos, como sabrosas pilas de mantecado, y más arriba se veían las tenues plumas de los cirros contra el alto de septiembre.
El mural retrata al Padre de Nuestro País utilizando trípode y polea para colocar la piedra angular del Capitolio el 18 de septiembre de 1793, entre las once y cuarto y las doce y media.
En septiembre de 2014, impactó con un demoledor discurso en la sede central de la Organización de Naciones Unidas de Nueva York sobre la necesidad de unir fuerzas para acabar con la desigualdad entre hombres y mujeres.