La producción de toxina botulínica y ántrax comenzó con el uso de fermentadores de mesa, y los experimentos comenzaron a emplear una serie de animales para estudiar la inhalación y otras vías de exposición y sus efectos.
Cuando se recibe un sobre, por ejemplo, como ha ocurrido varias veces, que pueda llegar a tener ántrax, que pueda llegar a ser un arma biológica con la que se quiere atacar.