En última instancia, sería la unidad de la comunidad internacional, las creencias universales, una determinación común y unos esfuerzos mancomunados lo que permitiría vencer las amenazas planteadas por la delincuencia y cumplir las responsabilidades de los gobiernos frente a sus ciudadanos.
He jurado desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, así como fidelidad al Rey.