Desde el 29 de mayo, fueron asesinados cuatro clérigos partidarios del Gobierno en distintos incidentes; uno de ellos fue decapitado fuera de su escuela religiosa en la provincia de Paktika.
Cincuenta y seis personas fueron quemadas con suma crueldad, torturadas, decapitadas o cegadas. Se hirió con bayonetas a mujeres embarazadas y a otros se les cortaron las narices y las orejas.
El 25 de octubre, dos twa sospechosos de colaborar con las FDN fueron secuestrados de sus hogares respectivos en la zona de Kiyenzi en la comuna de Kanyosha y decapitados unos metros más lejos.